Permite la ejecución de múltiples sistemas operativos y aplicaciones en un solo servidor físico, maximizando la utilización de recursos y facilitando la administración. Entre sus beneficios se encuentra la consolidación de servidores físicos, mayor eficiencia energética, reducción de costos operativos y mayor agilidad en la implementación y escalabilidad.

Permite la creación de pools de almacenamiento virtuales que pueden ser asignados dinámicamente a las máquinas virtuales según sea necesario. Entre sus beneficios se encuentra la utilización eficiente del almacenamiento, migración sin interrupciones de datos y mayor disponibilidad.

Abstrae las funciones de red tradicionales en software, permitiendo la creación de redes virtuales y la asignación dinámica de recursos. Entre sus beneficios se encuentra una mayor flexibilidad y escalabilidad en la administración de redes, rápida implementación y prueba de configuraciones.

Extiende los beneficios de la virtualización a los entornos de escritorio, permitiendo a los usuarios acceder a sus sistemas operativos y aplicaciones desde dispositivos remotos. Entre sus beneficios se encuentra un mayor flexibilidad, seguridad centralizada, fácil administración de escritorios y reducción de costos de mantenimiento.

Empaqueta aplicaciones y sus dependencias en contenedores virtuales para facilitar la implementación y administración. Entre sus beneficios se encuentra el aislamiento de aplicaciones, fácil actualización y despliegue, independencia del entorno de host.